¡Hola viajeros!
Bueno pues como algunos visteis, puse una mini encuesta en el lado derecho del blog para que os animarais a votar que os apetecía más...
Y como podéis ver ha estado muy reñido, ya que la ganadora lo ha sido por un voto, justo coincidiendo con Halloween.
Yo no soy muy fan de las historias de miedo, lo reconozco, así que he buscado alguna historia de fantasmas que os pudiera gustar... aunque no sé hasta qué punto podría daros miedo, ya que lo que he hecho ha sido escoger una que tenga mezcla de "miedo", amor y fantasía (por el toque fantasmal).
La historia de Botan Dōrō (牡丹燈籠, Lámpara de Peonia).
Un joven estudiante llamado Saburo, estaba enamorado de una joven muchacha llamada Otsuyu, la hija del mejor amigo de su padre. Ellos se encontraban en secreto, y se prometieron mutuamente que algún día se casarían.
Pero un día Saburo se puso muy enfermo y no pudo ver a Otsuyu durante una larga temporada.
Más tarde, cuando Saburo se recuperó, fue en busca de su amada, pero lo que encontró fue la amarga noticia de que Otsuyu había muerto.

Cuando se acercó a ellas, Otsuyu le explicó que fue su familia, que se oponía a su matrimonio, la que expandió el rumor de que Otsuyu había muerto, y, a su vez, le dijeron a ella que Saburo también había muerto cuando estaba enfermo.
Así es como los dos amantes, por fin reunidos, vuelven a retomar su relación en secreto, y cada noche Otsuyu, acompañada de su doncella y de la luz de una lámpara de peonia, pasaba la noche con su amado Saburo.
Pasaron las noches, y los encuentros eran continuos, y era una relación muy feliz hasta que una noche, un sirviente del joven Saburo, curioso ante tal secretismo, decidió espiarle a través de un agujero en la pared de la habitación y lo que se encontró no era nada romántico, ya que se encontró con que Saburo estaba teniendo sexo con un esqueleto, mientras que otro esqueleto estaba sentado en la entrada de la vivienda sosteniendo una lámpara de peonia.

El plan funcionó, y esa noche, Otsuyu y su doncella no pudieron entrar en la casa, pero eso no las impidió seguir ir yendo cada noche en busca de Saburo, llamándole y recordándole todo el amor que había entre ellos.
Apenando por su amor, la salud de Saburo comenzó a deteriorarse según iban pasando los días.
Ante tal situación, el criado de Saburo, temeroso de que Saburo muriera de mal de amores, dejándole sin trabajo, decidió quitar los amuletos protectores de la casa.
Y es así como esa noche, Otsuyu entró otra vez en la casa y volvió a tener sexo con Saburo.
Pero por la mañana, el criado encontró a Saburo muerto, abrazo al esqueleto de Otsuyu, y se podía ver en su cara que murió radiante y lleno de felicidad por estar, por fin, con su amada.
Curioso, ¿verdad?
Esta es una historia clásica de fantasmas japonesas, muy representada y conocida, de hecho en algunos animes creo que ha llegado a salir, como en el caso de Lum.
Pero esta es una de las versiones de la historia, de la época de la restauración Meiji, y es la que más me ha gustado por el trasfondo amoroso, que a mi gusto explica mejor la atracción del joven por la chica fantasma, ya que hay otra versión anterior en la que el joven estudiante es un samurái viudo que se enamora rápidamente de la joven Otsuyu (del período Edo) y en cuya versión no se explica nada de la muerte de la chica.
Sin duda, esta versión que os traigo nos deja la idea de que el amor va más allá de la muerte, y el indicar que murió feliz, nos hace pensar en que sin duda el joven estaba contento con la idea de pasar la eternidad con su joven amada, ¿no creéis?