¡Hola Viajeros!
Estatua de Momotaro en la Estación de tren de Okayama |
Este cuento es un ejemplo de cómo el bien triunfa sobre el mal, y Momotaro, su protagonista, se ha convertido en un ideal para los niños por su gran corazón, valor y atención con sus ancianos padres.
Momotaro.
Hace mucho tiempo, vivía en algún lugar de Japón, una pareja de ancianos
que no había tenido hijos y se sentían muy solos. Un día, el anciano salió a la montaña a recoger leña mientras que su esposa iba al río a lavar ropa. Pero ese día, mientras lavaba, se dio cuenta de que un enorme melocotón se aproximaba bajando por el río. Cuando estaba lo suficientemente cerca, la anciana lo recogió y se lo llevó a casa.
Cuando el anciano llegó a casa se sorprendió al ver ese melocotón y dijo: "¡Qué melocotón tan grande! ¿Lo cortamos?". A lo que la anciana contestó: "¡Sí, vamos a cortarlo!".
Pero antes de poder cortarlo, el melocotón empezó a moverse, se rompió y de su interior salió un niño. Los ancianos se sorprendieron al ver a un niño salir de aquel enorme melocotón, pero rápidamente una gran alegría se apoderó de ellos al ver en él al hijo que nunca habían tenido, así que se hicieron cargo de él y le llamaron Momotaro (en japonés "momo" significa melocotón, así que se traduciría literalmente como "el niño melocotón").
Momotaro se crió sano y fuerte, y cada vez crecía más y más y se hacía más fuerte que los otros niños de la zona y nadie podía rivalizar con él. Tranquilamente, pasó el tiempo, hasta que un día llegó la preocupación a su aldea, ya que unos "onis" (criaturas similares a los demonios u ogros occidentales) estaban causando alboroto y creando miedo entre sus vecinos. Ante esta situación, Momotaro pensó: "¡Esta situación no la puedo tolerar!".
Así que pidió permiso a sus padres para ir a Onigashima (la isla de los onis, es decir, la isla de los demonios) y así poder derrotarlos y liberar de preocupaciones a sus vecinos. Los ancianos no estaban muy convencidos de dejarle marchar, pero finalmente le dieron su bendición y le ayudaron a prepararse para su largo camino hasta la isla y su anciana madre le preparó como comida "kibi dangos" (bolitas hervidas hechas de harina de mijo, una clase de cereal).
Así que pidió permiso a sus padres para ir a Onigashima (la isla de los onis, es decir, la isla de los demonios) y así poder derrotarlos y liberar de preocupaciones a sus vecinos. Los ancianos no estaban muy convencidos de dejarle marchar, pero finalmente le dieron su bendición y le ayudaron a prepararse para su largo camino hasta la isla y su anciana madre le preparó como comida "kibi dangos" (bolitas hervidas hechas de harina de mijo, una clase de cereal).
Momotaro partió hacia la isla lleno de valor e ilusión. En su camino, se encontró con un perro que le dijo: "Momotaro, ¿a dónde vas? ¿Qué llevas en esa bolsa?"
"Voy a Onigashima," respondió Momotaro, "y aquí llevo los kibi dangos más ricos de todo Japón. Si me ayudas a vencer a los onis, te daré uno." El perro estaba de acuerdo con lo pactado, así que Momotaro le entregó un dango y juntos siguieron el camino.
Momentos después, se encontraron con un mono, el cual al igual que el
perro, decidió ayudar a Momotaro a cambio de un dango; así que tras
dárselo, los tres continuaron la marcha.
De camino a la isla, se encontraron a un faisán, el cual, bajo la misma condición que los anteriores, se unió al grupo para derrotar a los onis.
Momotaro y los animales, surcaron el mar hasta llegar a Onigashima. Al llegar, el faisán realizó un vuelo de reconocimiento y al volver dijo: "Ahora están todos entretenidos". Momotaro pensó que era una buena ocasión y dijo: "Vamos".
Momotaro y los animales, surcaron el mar hasta llegar a Onigashima. Al llegar, el faisán realizó un vuelo de reconocimiento y al volver dijo: "Ahora están todos entretenidos". Momotaro pensó que era una buena ocasión y dijo: "Vamos".
Pero no podían entrar porque había un gran portón que estaba cerrado. Así que, el mono saltó y abrió la cerradura.
Momotaro y los animales entraron llenos de valor gritando: "¡Eh, vosotros! ¡Salid! ¡Aquí estamos para venceros, onis!" Y los onis se quedaron muy sorprendidos al verlos en su isla.
Momotaro y los animales entraron llenos de valor gritando: "¡Eh, vosotros! ¡Salid! ¡Aquí estamos para venceros, onis!" Y los onis se quedaron muy sorprendidos al verlos en su isla.
Durante la lucha, para derrotarlos, el perro los mordió, el mono los arañó mientras que el faisán los picoteaba.
Mientras, Momotaro luchaba con sus fuertes brazos y piernas, diciendo: "¡Dejen de atormentar a la gente y de hacer cosas malas!".
Los Jefe de los onis, al ver que habían sido derrotados, le contestó:
"¡Nos rendimos! Sabemos que hemos sido malos, nunca más volveremos a serlo. Y como señal de arrepentimiento, os entregamos todas nuestras riquezas".
Momotaro y los animales les perdonaron y pusieron en una carreta todas las riquezas que guardaban los onis.
Y así, con la ayuda de los animales, Momotaro, regresa a su pueblo donde todos, sobretodo sus ancianos padres, le aclaman como un gran héroe.
"¡Nos rendimos! Sabemos que hemos sido malos, nunca más volveremos a serlo. Y como señal de arrepentimiento, os entregamos todas nuestras riquezas".
Momotaro y los animales les perdonaron y pusieron en una carreta todas las riquezas que guardaban los onis.
Y así, con la ayuda de los animales, Momotaro, regresa a su pueblo donde todos, sobretodo sus ancianos padres, le aclaman como un gran héroe.
Como todo cuento japonés, este cuento ha servido para el guión de episodios de series como Doraemon, Sin chan, y existen más versiones, en las que varia el color del melocotón o la personalidad de Momotaro, otras que dicen que Momotaro decía venir en nombre de los Dioses para bendecir a la pareja de ancianos... pero quizás la más curiosa que he leído es esta:
"Tras llevarse la anciana el melocotón a casa, se comió un trozo y para su sorpresa recupero la juventud y la belleza. Al llegar a casa el anciano y ver lo que había sucedido, decidió comer otro trozo y también se volvió joven. Ambos disfrutaron de su juventud en una noche de pasión, de la cual nació un niño, Momotaro."
¿Qué os ha parecido? ¿Os gusta tanto como a mí?
Es una leyenda que me encanta *-*
ResponderEliminarLa versión que has puesto al final es genial :)
jijiji la verdad es que la versión del final es muy orginal pero entiendo que esa se la cuenten meno a los niños ajajajaja
Eliminarbesitos
Yo vi la de Doraemon el Melocotón es una maquina que utilizan para viajar por el rio los niños. La de Nobita se separa de los demas y se acaba quitando la ropa pues hace mucho calor saliendo desnudo de esta cuando los ancianos quieren abrir lo que ellos creen que es un melocotón. Luego los chicos al no tener comidsa se acaban comiendo unas galletas que convierten a los niños a "Gigante" en un Gorila a "Tsuneo" en un perro y a "shizuka" en un faisan El demonio que ataca a la gente es un europeo disfrazado cuyo barco naufrago en las costas de Japón.
ResponderEliminarUn saludo.
wahh!! gracias por contarme el episodio!! la verdad es que veo poco Doraemon, así que conozco pocos capítulos!! Lo voy a buscar!! besotes
EliminarEn realidad son dos episodios.
EliminarNo sé.... pero creo que lo he encontrado:
Eliminarhttp://animmin.blogspot.com.es/2013/06/doraemon-quien-es-momotaro-para-mi.html
A mi esta historia me gusta mucho y también la he escuchado mucho, pues en muchos animes hablan de ella. Es una leyenda muy chula y interesante.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Besos.
de nada guapa!! la verdad es que intento recordar en cuantos animes más la he escuchado, en cuales la has visto tu?? besitos
EliminarYo he visto como una parodia en Shin Chan xD me reí mucho pero me encantan las leyendas así.Amo a los griegos y los japos <3
ResponderEliminarjijiji es que las leyendas parodiadas por Shin Chan molan mucho jijiji
Eliminar¡Yo también he visto referencias a este cuento varias veces! En shin chan seguro, y tal vez en Doraemon... Me ha parecido interesante esa variación que pones al final.
ResponderEliminarUn besito.
es una buena variación!!! un besote!!!
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